Elisa Salas

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Elisa Salas es una artista mexicana cuya propuesta artística está inspirada en los poetas malditos del siglo XX y su sueño de liberar las palabras de los libros.

Quote Es cierto que podemos hacer las cosas diferentes o podemos hacerlas cada quien con su alma

Elisa Salas fue creadora de la Estampilla Postal 2022 en colaboración con Correos de México para el Aniversario Luctuoso de Benito Juárez. Miembro perteneciente a la Asociación de Artistas Plásticos de México, afiliada a UNESCO.

Su escultura de bronce: “De jaula a pájaro”, develada en el espacio público del Parque Lincoln en Polanco, ciudad de México, actualmente se encuentra desaparecida/ extraída de su pedestal. Su propuesta artística está inspirada en el sueño de los poetas malditos del siglo XX en Francia: liberar las palabras de los libros.

En 2017, un periodista la citó como la desarrolladora más importante del caligrama en México. Desde 2019 su obra forma parte de la Colección Milenio, curada por Avelina Lésper. Salas crea imágenes y esculturas formando volumen a través de la saturación y desaturación de texto. Frecuentemente, sus caligramas están hechos de sus propios poemas o tuíts. Como artista multidisciplinaria, alterna técnicas visuales, plásticas y digitales. Desde dibujos con sanguina, grafito, carbón y plumón de óleo, hasta esculturas caligráficas a mano suelta con pluma 3d. También realiza esculturas en bronce, acero y arte digital.

Ha colaborado con marcas como Montblanc, Audi y Mexicráneos y ha exhibido su arte en lugares de interés internacional como el Museo de las Relaciones Rotas en los Ángeles, el Festival de Poesía de Nueva York; バルセロナ化センター Kyoto y 百年の杜カネザワパーク Onishi, Japón, en Wynwood Miami, Viarco, Portugal, Ravena, Italia, Hydra, Grecia y Washington D.C. Cuenta con 4 residencias artísticas internacionales además de su formación con estudios de escultura en la Academia de Bellas Artes de Carrara, en Italia; de Escultura en Piedra en Centro Cultural: “El Nigromante”, San Miguel de Allende; pintura al óleo en Nueva York, y diplomados de arte y literatura en la Universidad Iberoamericana; en La Escuela de Escritores SOGEM y por la Universidad Nacional Autónoma de México. En México, ha expuesto en Fábrica La Aurora San Miguel de Allende, Hotel Thompson Los Cabos, Luxury Avenue Cabo San Lucas, Galería En Blanco en el Distrito de Arte San José del Cabo, Tulum, La Paz, Oaxaca, Monterrey y Todos Santos. Exhibiciones individuales en museos en el Museo de la Mujer y el Museo Filatélico del Palacio Postal.

Colectivas en Museos: el MUNAL para la exposición NO NAME, Ethos Museo Franz Mayer, Museo de Pedro Infante y el Museo del Tequila y el Mezcal. Su cráneo monumental intervenido en colaboración con Mexicráneos fue exhibido en Mazaryk, Avenida Reforma y calle Regina en el centro de la ciudad de México.

 

 


Caligrama, rotulador, plumón de óleo y bolígrafo base alcohol sobre papel
50 x 30 cm
2020

Te extraño, te olvido, te amo -  Carlos Lara

   

El reto de un artista es no repetirse, nos dice Carlos: “El artista constantemente está buscando nuevas aventuras, nuevas experiencias, la necesidad del artista es intentar no repetirse. Creo que el creativo busca la resurrección constante. En mi caso, intento encontrar nuevos caminos. En la música y la literatura ya se ha inventado todo y, sin embargo, buscamos la manera de contar esa historia de una manera diferente”.

La interpretación la hizo Elisa Salas con un dibujo de la técnica llamada caligrama, nos explica: “Es cierto que podemos hacer las cosas diferentes o podemos hacerlas cada quien con su alma. A mí siempre me fascinó la poesía, y en algún momento pensé en hacerlos canciones. Me encantan los poetas malditos, Apollinaire y Mallarmé que hacían caligramas, pero no les ponían sombras, luces, volumen. Lo que quise implementar en mi obra fue hacer el caligrama con volumen”.

Los artistas se enamoran o se obsesionan con sus obras, dice Carlos: “El proceso creativo es algo realmente muy extraño. En muchas ocasiones me quedo con una idea en mi cabeza por semanas. A veces por meses. No las pongo en el papel. Sin embargo, no las olvido. Stephen King, el rey de la novela negra, es un individuo que hace lo mismo, él no escribe en el papel porque dice que tiene miedo a que la memoria olvide eso que está procesando. Te extraño, te olvido, te amo llevaba meses ahí. Entonces Ángel Carrasco, que era director de Sony Music, me llamó diciéndome que le faltaba una balada para el disco de Ricky Martin. Busqué en mi cabeza, me encontré con la canción y nació en 20 minutos. La estructura, las bases, estaban ahí. Nunca esperé, jamás me imaginé que esta canción se iba a volver un tema inmortal, interpretado por un individuo al que admiro mucho como es Ricky Martin. Es una de esas cosas que no se repiten muy seguido en la vida de un autor”.

Elisa dibuja un “pensador”, y nos dice los motivos: “Me imaginé al hombre en posición fetal, considero que es el lenguaje donde el ser humano está ensimismado. Tuve la inquietud de hacer todo el entorno en caligrama, pero después pensé que el contraste de vacío era mucho más impactante. Escuché la canción y pensé que estuviera desnudo completamente. Pensé en su lenguaje corporal y en interpretar una hipersensibilidad interior”.

En el caligrama está toda la canción, las palabras son signos, son dibujos, Elisa nos revela: “Al principio, estoy muy consciente de la caligrafía, de hacerla de una manera estética y ordenada. Llega un punto que estoy tan adentro de la forma y de las sombras y luces, que ya no estoy escribiendo la palabra por lo que significa en sí, sino por su imagen visual. Me doy cuenta que si hago una “p” o una “l” más larga sirve para interpretar un codo o un ojo. Empiezo a deformar la caligrafía y dejo de estar consciente de la palabra en sí”.

Al observar la obra, nos dice Carlos: “Me parece espectacular la caligrafía que hizo Elisa. Creo que los creativos estamos hiperconectados en un tejido cósmico y nos tocamos constantemente. Somos aquellos que vemos cosas, donde la gente no puede llegar. Eso es lo que nos permite darle vida a cosas que otros solamente pueden imaginar”.

El reto de un artista es no repetirse, nos dice Carlos: “El artista constantemente está buscando nuevas aventuras, nuevas experiencias, la necesidad del artista es intentar no repetirse. Creo que el creativo busca la resurrección constante. En mi caso, intento encontrar nuevos caminos. En la música y la literatura ya se ha inventado todo y, sin embargo, buscamos la manera de contar esa historia de una manera diferente”.

La interpretación la hizo Elisa Salas con un dibujo de la técnica llamada caligrama, nos explica: “Es cierto que podemos hacer las cosas diferentes o podemos hacerlas cada quien con su alma. A mí siempre me fascinó la poesía, y en algún momento pensé en hacerlos canciones. Me encantan los poetas malditos, Apollinaire y Mallarmé que hacían caligramas, pero no les ponían sombras, luces, volumen. Lo que quise implementar en mi obra fue hacer el caligrama con volumen”.

Los artistas se enamoran o se obsesionan con sus obras, dice Carlos: “El proceso creativo es algo realmente muy extraño. En muchas ocasiones me quedo con una idea en mi cabeza por semanas. A veces por meses. No las pongo en el papel. Sin embargo, no las olvido. Stephen King, el rey de la novela negra, es un individuo que hace lo mismo, él no escribe en el papel porque dice que tiene miedo a que la memoria olvide eso que está procesando. Te extraño, te olvido, te amo llevaba meses ahí. Entonces Ángel Carrasco, que era director de Sony Music, me llamó diciéndome que le faltaba una balada para el disco de Ricky Martin. Busqué en mi cabeza, me encontré con la canción y nació en 20 minutos. La estructura, las bases, estaban ahí. Nunca esperé, jamás me imaginé que esta canción se iba a volver un tema inmortal, interpretado por un individuo al que admiro mucho como es Ricky Martin. Es una de esas cosas que no se repiten muy seguido en la vida de un autor”.

Elisa dibuja un “pensador”, y nos dice los motivos: “Me imaginé al hombre en posición fetal, considero que es el lenguaje donde el ser humano está ensimismado. Tuve la inquietud de hacer todo el entorno en caligrama, pero después pensé que el contraste de vacío era mucho más impactante. Escuché la canción y pensé que estuviera desnudo completamente. Pensé en su lenguaje corporal y en interpretar una hipersensibilidad interior”.

En el caligrama está toda la canción, las palabras son signos, son dibujos, Elisa nos revela: “Al principio, estoy muy consciente de la caligrafía, de hacerla de una manera estética y ordenada. Llega un punto que estoy tan adentro de la forma y de las sombras y luces, que ya no estoy escribiendo la palabra por lo que significa en sí, sino por su imagen visual. Me doy cuenta que si hago una “p” o una “l” más larga sirve para interpretar un codo o un ojo. Empiezo a deformar la caligrafía y dejo de estar consciente de la palabra en sí”.

Al observar la obra, nos dice Carlos: “Me parece espectacular la caligrafía que hizo Elisa. Creo que los creativos estamos hiperconectados en un tejido cósmico y nos tocamos constantemente. Somos aquellos que vemos cosas, donde la gente no puede llegar. Eso es lo que nos permite darle vida a cosas que otros solamente pueden imaginar”.

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