Enrique Cantú

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Enrique nos dice qué dejó afuera: “El amor, el corazón que ya se fue y dejó el vacío, que deja la persona que ya se fue y que lo deja a quien se queda. Interpreté esta canción como el abandono del ser amado hacia el otro.

Quote todo lo que vivimos y la felicidad que tuvimos nos vino a traer dolor

Artista Plástico Mexicano Contemporáneo

Enrique Cantú Montemayor nace en Monterrey, N.L. en 1952. Desde pequeño mostró mucho interés en la observación de los objetos, lo que lo llevó a apasionarse por el dibujo y la pintura.

Su formación académica consta de estudios de Arquitectura en el Tecnológico de Monterrey y la Licenciatura de Diseño Gráfico en la Universidad de Monterrey, trabajando algunos años en este campo así como en la docencia.

Teniendo la pintura como una actividad paralela a su actividad profesional, decide dedicarse de lleno a ella de manera autodidacta, apoyándose con talleres de dibujo y técnicas de pintura y escultura, para lo cual viaja a la ciudad de Florencia, Italia.

En la producción creativa de este artista figurativo se encuentran objetos, espacios o personajes que nos narran una historia, un momento en su vida o su personalidad a través del retrato. En la obra pictórica de Cantú el observador determina la lectura de la pieza que se encuentra frente a él, al ser abrazado por su circunstancia.

El silencio, como los sueños, estados en los que se mantienen suspendidos los moradores en sus telas, son reflejo del ambiente que circunda la atmósfera en el momento de la creación, conformando así la personalidad de su autor.

Con más de una docena de muestras individuales y participando tanto en muestras colectivas como en bienales y ferias de arte a nivel nacional e internacional, la obra de este pintor realista contemporáneo, se encuentra en colecciones públicas como privadas en la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Chicago, Houston, San Francisco, Delaware y Puerto Rico.

Enrique Cantú reside en Monterrey, N.L. México.

Teniendo la pintura como una actividad paralela a su actividad profesional, decide dedicarse de lleno a ella de manera autodidacta, apoyándose con talleres de dibujo y técnicas de pintura y escultura para lo cual realiza dos estancias de estudio y trabajo (1995,2005) en Florencia, Italia.

Con más de una docena de muestras individuales entre las cuales mencionamos “Las relaciones del silencio”(1996), en el Centro Cultural Arte A.C.; “Gli amici del poeta” (Los amigos del poeta)(1996), en la Universidad de Monterrey; “Umbral del sueño”(1997),  “El discreto encanto de las cosas”(1999),  “Descubriendo el silencio”(2007) y “Sobre la mesa”(2010)  en la Galería Arte Actual Mexicano;  “De amor es el combate –Estudios sobre Courbet-(2001) y (2002),  en JGM Arte Contemporáneo; “Desde el interior –Los últimos veinte años-“(2010)  en el Centro de las Artes II , “Memoria involuntaria” en la Pinacoteca de Nuevo León, ha participado en más de ochenta  muestras colectivas como en bienales y ferias de arte a nivel nacional como internacional.

Ha sido reconocido y seleccionado en “Viva Frida, regia Frida, Pinacoteca de Nuevo León (1993); “II y III Bienal Monterrey” Museo de Monterrey (1994, 1996); “I Bienal de Pintura Salvador Zubirán” Instituto Nacional Salvador Zubirán, México, D.F. (1995); “XV y XVII Reseña Anual de la Plástica Nuevoleonesa, Casa de la Cultura, Monterrey, N.L.(1995, 1997); “IX y X Bienal de Pintura Rufino Tamayo, México, D.F. (1998, 2000) y el Tercer lugar en el Salón de Noviembre, Centro Cultual Arte A.C. en Monterrey, N.L.

 La obra de este pintor realista contemporáneo, se encuentra en colecciones públicas como privadas en la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Chicago, Houston, San Francisco, Delaware y Puerto Rico.

 

 


Lápiz sobre papel
50 x 30 cm
2020

La puerta - Luis Demetrio

 

   

Enrique nos dice qué dejó afuera: “El amor, el corazón que ya se fue y dejó el vacío, que deja la persona que ya se fue y que lo deja a quien se queda. Interpreté esta canción como el abandono del ser amado hacia el otro. Es un desamor. Para mí, es una canción de desamor. El que queda es el que la está sufriendo”.

La puerta que dibuja Enrique está en un limbo, el personaje da la espalda a la puerta, no sabemos si se va o se queda y Enrique nos revela: “No, aquí, al contrario. El que se está quedando es él. La puerta tiene una mirilla. La mirilla da al exterior. ¿Y entonces quién se fue? Fue el otro ser querido, él es el abandonado. Por eso tiene esa angustia, en primer plano. Aunque la puerta, título de la canción del maestro, es protagonista. Yo la utilicé en un segundo plano. Precisamente la canción te dice eso: que él está esperando que su ser querido regrese. Él está esperando que esa puerta se vuelva a abrir, pero no es así”.

El personaje espera, nos aclara Enrique: “No, no tiene llave. Es una puerta que tiene abajo la rejilla donde se ve la luz que entra del exterior. Por eso él está esperando a que pudiera volverse a abrir la puerta”.

El dibujo de Enrique es la continuación de la canción del maestro Luis Demetrio, él escribió el momento de ese portazo, la persona cierra la puerta atrás de ella y se lleva la ilusión. Enrique dibuja al que se queda, abandonado y sin embargo esperando que esa ilusión regrese, que esa persona regrese. La historia de Enrique continúa: “Se lleva todo el corazón, el alma, pero sí puede regresar. De hecho, regresa, según cada historia. Él está abierto. Él está en la eterna espera, que en la letra de la canción nunca más va a regresar. Como es una canción triste, al menos en esa estrofa, pues hay que darle una lectura un poquito más de esperanza. Así fue como lo quise representar. Ese espacio vacío entre el personaje y la puerta, ese espacio abstracto, porque es el corazón destrozado. El amor completamente compacto en esa abstracción”.

Ese espacio vació, ese trayecto, lo hizo la persona que lo abandonó. Es un trayecto larguísimo, nos cuenta Enrique: “Enorme. No me cabía en el dibujo, pero traté de hacerlo, como dice la canción, “todo lo que vivimos y la felicidad que tuvimos nos vino a traer dolor”. Quien se va renuncia a todo aquello bello y grato que tuvieron, que compartieron, y decide irse. Decide marcharse y no regresar jamás. Entonces simplemente la puerta está, pero el escuchar cerrar la puerta es algo muy fuerte. El personaje tiene los brazos cruzados, la mirada no la tiene perdida, pero sí la tiene en la esperanza. Su mirada, para mí, representa esperanza. Esperanza de escuchar que se abre la puerta allá atrás y que regresa su ser querido. Esas esperas son horribles y eternas”.

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